Se miraron.
Algunos dirían que eternamente, (aquellos que leen y releen los mismos libros por miedo a dejar de compartir momentos con los personajes entintados, o a olvidar los recuerdos que éstos les transmiten).
Otros dirán que por décimas de segundo, (los que persiguen al Hombre del Tiempo a bordo del minutero sin querer ver que éste es el dueño de las agujas del reloj).
Pero en realidad el Tiempo en aquel momento, estaba a la cola de las cosas importantes. Pues ambos; un instante arriba, un instante abajo; acababan de reconocer algo que jamás habían visto antes.